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La adicción: comprenderla, apoyar la recuperación y encontrar el camino

La adicción puede resultar abrumadora, no solo para la persona directamente afectada, sino también para sus amigos, familiares y red de apoyo en general. Es una palabra que a menudo conlleva vergüenza, miedo o estigma, y sin embargo, es mucho más común de lo que la mayoría de la gente cree.

Tanto si te preocupa tu propio consumo de sustancias como si estás intentando ayudar a alguien cercano, entender cómo funciona la adicción —y qué tipo de apoyo existe— puede ser un primer paso poderoso hacia el cambio.


¿Qué es realmente la adicción?

La adicción no consiste únicamente en consumir drogas o beber en exceso. Se trata de desarrollar una dependencia psicológica y/o física hacia una sustancia de forma que empiece a afectar a tu salud, relaciones, economía y bienestar emocional.

Puede que sientas que no puedes afrontar la vida sin ella. Quizá hayas intentado reducir o dejar el consumo —y te haya resultado más difícil de lo que esperabas. O tal vez estés empezando a darte cuenta de que el uso ha dejado de ser un hábito: se ha convertido en algo que sientes que necesitas para poder funcionar.

Pero es importante decir esto: la adicción no es un fallo moral. Es un problema complejo que le puede ocurrir a cualquiera, y existe ayuda.


Reducción de daños: empezar desde donde estás

Si no estás preparado para dejarlo del todo, eso no significa que no puedas tomar medidas para proteger tu salud. Aquí es donde entra la reducción de daños.

La reducción de daños consiste en acompañar a las personas allí donde están, sin juzgar. Incluye estrategias prácticas para estar más seguro, como usar agujas limpias, evitar mezclar drogas y alcohol, o buscar apoyo si estás consumiendo a solas. En algunos lugares, existen salas de consumo supervisado que ofrecen un espacio seguro para consumir sustancias, con ayuda médica disponible.

Puede que te sorprenda saber que muchos expertos en salud pública apoyan estos servicios. Salvan vidas y pueden ayudar a las personas a avanzar hacia la recuperación a su propio ritmo.

🟢 Cada pequeño paso cuenta. Si hoy puedes consumir de forma más segura que ayer, eso ya es un avance.


Más allá de la sustancia

La adicción rara vez existe de forma aislada. A menudo está relacionada con algo más profundo: traumas del pasado, problemas de salud mental, dolor crónico o, simplemente, el esfuerzo constante por sobrellevar el día a día. Las sustancias pueden parecer una vía de escape, una forma de afrontar o de sentir que tienes el control… hasta que, poco a poco, lo pierdes.

Pregúntate:

  • ¿De qué estoy intentando escapar cuando consumo?
  • ¿Hay emociones o situaciones concretas que me desencadenan?
  • ¿Qué necesitaría tener en mi vida para sentirme más seguro/a o más enraizado/a?

Reflexionar con honestidad no significa culparte. Significa empezar a comprender tus patrones, con suavidad, para poder empezar a cambiarlos.


Reconocer cuándo es un problema

Muchas personas retrasan pedir ayuda porque no encajan con el estereotipo de un «adicto». Tal vez sigas trabajando, cuidando de tu familia o cumpliendo con tus obligaciones diarias. Pero la adicción no se define por tu aspecto o por tu empleo, sino por el impacto que las sustancias tienen en tu vida.

Algunas señales de que podrías necesitar apoyo:

  • Necesitar más cantidad para sentir el mismo efecto
  • Consumir a solas, en secreto o en momentos inapropiados
  • Sentirte ansioso/a, deprimido/a o con temblores cuando no consumes
  • Descuidar responsabilidades o relaciones
  • Querer dejarlo, pero no conseguirlo

No necesitas tocar fondo para pedir ayuda. De hecho, muchas personas hacen cambios antes de llegar a ese punto —y eso es una decisión muy válida y valiente.


Tratamiento y recuperación: ¿qué opciones existen?

No hay un único camino hacia la recuperación. Algunas personas se benefician de programas estructurados de rehabilitación; otras prefieren la terapia, el apoyo entre iguales o comunidades en línea. Muchas combinan varias opciones.

Las alternativas incluyen:

 🔹 Apoyo del médico de cabecera – Pueden ofrecerte consejos, derivaciones o medicación
🔹 Terapia o psicoterapia – Explora las causas subyacentes en un espacio seguro y de apoyo
🔹 Programas de desintoxicación – Apoyo médico para dejar de consumir de forma segura
🔹 Rehabilitación (internamiento o ambulatorio) – Entornos estructurados centrados en la recuperación
🔹 Grupos de apoyo entre iguales – Ej. Alcohólicos Anónimos, Narcóticos Anónimos, SMART Recovery
🔹 Líneas de ayuda telefónica o en línea – Apoyo confidencial y anónimo 24/7

🟡 Si estás dejando el alcohol o ciertos fármacos (como benzodiacepinas u opiáceos), nunca lo hagas de golpe sin asesoramiento médico. La retirada brusca puede ser peligrosa. Tu médico o servicio local de adicciones puede ayudarte a hacerlo de forma segura.


Recaer no es fracasar

La recuperación no siempre es un camino recto. Muchas personas recaen —a veces más de una vez. Esto no significa que hayas fracasado. Simplemente significa que algo no ha funcionado, y que podrías necesitar más apoyo.

En lugar de preguntarte “¿Por qué lo estropeé?”, prueba con:

  • ¿Qué me ha desencadenado esta vez?
  • ¿Qué tipo de apoyo me faltaba?
  • ¿Qué puedo hacer de forma diferente la próxima vez?

El progreso incluye altibajos. Lo que importa es levantarte y seguir adelante.


Alcohol y salud mental

El alcohol suele considerarse socialmente aceptable —pero es una de las sustancias más mal utilizadas, y su impacto sobre la salud mental a menudo se subestima.

Aunque al principio parezca relajante, el alcohol es un depresor. Puede:

  • Empeorar la ansiedad y el estado de ánimo
  • Interferir con el sueño y la memoria
  • Aumentar conductas impulsivas o de riesgo
  • Intensificar pensamientos suicidas en algunas personas
  • Enmascarar problemas de salud mental subyacentes

Si usas el alcohol regularmente para gestionar tus emociones, quizá sea hora de explorar otras formas de afrontamiento. La terapia, la meditación, el ejercicio o las actividades creativas pueden ofrecerte un apoyo más sostenible a largo plazo.


El papel de los medicamentos con receta

El uso de medicamentos con receta también puede convertirse en un problema. Analgésicos (como Tramadol, Fentanilo o codeína), sedantes (como Xanax o Valium) e incluso algunas pastillas para dormir conllevan riesgo de dependencia —especialmente cuando se toman durante mucho tiempo o sin supervisión médica.

Si te preocupa el uso que haces de tu medicación, habla con tu médico de cabecera. No te juzgarán —los profesionales sanitarios están para ayudarte, no para criticarte.


El impacto en los seres queridos

La adicción no afecta solo a una persona —impacta en las familias, las relaciones y las comunidades. Si quieres a alguien que está pasando por esto, puede que te sientas enfadado/a, impotente o agotado/a emocionalmente. Y eso es completamente válido.

Existe apoyo no solo para la persona que consume sustancias, sino también para familiares, parejas y amistades. Servicios como Al-Anon ofrecen orientación y un espacio donde compartir tus experiencias sin juicio.

Puedes querer profundamente a alguien y aun así establecer límites saludables. Cuidarte a ti mismo/a también importa.


Si estás listo/a para pedir ayuda

Dar el primer paso puede parecer aterrador —pero no tienes por qué hacerlo solo/a. Existe ayuda, y no necesitas tener todas las respuestas para comenzar.

Aquí tienes algunos recursos fiables en España:


Reflexión final

La adicción puede hacerte sentir que lo pierdes todo —pero la recuperación puede devolvértelo, paso a paso: tu claridad, tu confianza, tus relaciones, tu sentido de identidad.

Sea cual sea tu historia hasta ahora, no define tu futuro.

 Tienes derecho a pedir ayuda.
Tienes derecho a cambiar.
Tienes derecho a sanar.

Fuentes:
Elkin-Greener, M. (2021). Working with Addictions [sesión]. Counsellor CPD.
Counselling Tutor. [28/07/25].

Mather, L. (2025). Counselling Clients in Substance Misuse [sesión]. Counsellor CPD.
Counselling Tutor. [28/07/25].

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