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Caminar durante la primera hora después de despertarte

Harriet Martineau, la socióloga y activista social se levantaba y salía a caminar justo cuando salía el sol cada mañana, según ella, para preparar su cerebro para trabajar. Y la ciencia la respalda, porque el mejor momento para salir a caminar es durante la primera hora después de despertarte.

Resulta que la luz funciona como el cronómetro principal de cada célula de nuestros cuerpos. Y si recibimos esta luz durante la primera hora después de despertarnos, cada célula puede ajustarse correctamente. No hace falta exponernos a muchas horas de luz, nos basta una caminata de unos 10 minutos y sin gafas de sol. Ni siquiera nos hace falta la luz muy clara, porque la luz de un día nublado es mejor que la luz interior dado que tiene muchos más lúmenes (la medida de la intensidad de la luz).

Nuestra sensibilidad a la luz es más baja al despertarnos y por eso el cerebro necesita un estallido de luz para avisarlo y para ajustar nuestros ritmos circadianos para el día. La luz matutina comunica a los neurones por detrás de los ojos que es hora de arrancar para que se reduzca el nivel de serotonina (la hormona que nos ayuda a dormir). También inunda el cuerpo de cortisol, lo cual nos despierta y nos estimula.

La luz matutina también hace que el cuerpo produzca serotonina, lo cual nos hace sentirnos bien, regula nuestro sueño y más tarde se convierte en la melatonina para ayudarnos a dormir.

Además, una caminata a primera hora puede proteger nuestra salud cardiovascular al estimular un gen que fortalece los vasos sanguíneos y reduce el riesgo de un ataque al corazón. Por eso, se sufren más durante el invierno. En un estudio expusieron a unos voluntarios a 30 minutos de luz natural entre las 08:30 y las 09:00 cada día durante 5 días. Al finalizar, tenían niveles elevados de la proteína PER2, la cual ajusta el ritmo circadiano, mejora el metabolismo y fortalece los vasos sanguíneos.

Un estudio en el 2012 mostró que las mujeres que caminaban rápido durante 45 minutos a las 08:00 eran más activas durante el resto del día y tenían menos hambre. Se cree que el ejercicio nos sube la temperatura corporal y como resultado se activan las neuronas hipotalámicas, las cuales nos ayudan a regular la ingesta de comida. Otro hipótesis es que sucede por una hormona (GDF15) que también suprime el apetito al hacer ejercicio.

Hay más razones para caminar al despertarse, hay menos contaminación a primera hora de la mañana, las plantas emiten más iones negativos entre las 09:00 y las 10:00 (lo cual eleva nuestro estado de ánimo) y se oye más el canto de ave (lo cual está mostrado que anima a la gente hasta durante 4 horas).

¡A caminar temprano!

Fuente: 52 maneras de caminar: Annabel Streets – Bloomsbury Publishing