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Caminar entre los árboles

Las plantas producen unos compuestos para protegerse que se llaman fitoncidas. Su efecto en los humanos es que nos hacen sentirnos mejor. En un estudio de 290.000 personas en 20 países, descubrieron que pasar tiempo o caminar en espacios verdes traía muchos beneficios que incluyen, una reducción del riesgo de padecer diabetes tipo 2, la enfermedad cardiovascular, la muerte precoz, la tensión alta y el estrés. 

Un estudio finlandés muestra que los adultos (sobre todo las mujeres de mediana edad) notaron una mejoría en su bienestar al volver de una caminata en el bosque. Bajaba su nivel de cortisol que es un marcador del estrés. 22 estudios respaldan estos resultados.

En Japón llevan décadas practicando el Shinrin-Yoku, o baños de bosque, que, además de los otros beneficios, reduce el ritmo cardíaco y la inflamación, y aumenta la inmunidad.

¿Por qué tienen este efecto en nosotros? Pues, parece ser que hay un tipo de fitoncidas muy potentes, los terpenos, que se producen en los troncos, las hojas, las raíces y los tallos de las plantas.

Un tipo es el D-limoneno, que es más efectivo que los antidepresivos a la hora de mejorar el ánimo en las personas con depresión.

Pasear por el bosque también mejora nuestra microbiota. Unos científicos finlandeses plantaron plantas del bosque en los patios de colegios y guarderías y los niños jugaron allí durante 1,5 horas cada día de lunes a viernes. Probaron los microbios en la piel y el intestino de los niños y los compararon con niños en colegios normales. Después de 4 semanas, los niños de la prueba tenían mucha más diversidad en su microbiota, pero también, había una mejora paralela en su sistema inmunitario. 

Finalmente, los bosques son muy bonitos y caminar en ellos es una actividad gratis. ¡A caminar entre los árboles!

Fuente: 52 maneras de caminar: Annabel Streets – Bloomsbury Publishing

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