- El investigador francés, Édouard Stiegler, encontró a unos nómadas en Kabul en 1980 que habían caminado 700km en 12 días, cruzando montañas y desiertos. Quiso entender cómo habían podido caminar 60km al día, aparentemente sin señales de fatiga. Dedujo que utilizaban una forma de caminar orientada hacia la respiración, que consistía en una técnica de marcha consciente que involucra sincronizar su respiración con sus pasos (ligeros y a un ritmo moderado). Volvió a Francia y desarrolló una técnica de caminar que nombró ‘marcha afgana’.
- Hoy en día se llama ‘la marcha al ser consciente de la respiración’ o ‘la marcha yóguica’. Se ve más beneficio en la marcha de resistencia (en la montaña o en rutas largas). Es casi meditativa porque alivia el estrés y la ansiedad debido al foco en el ritmo y la respiración.
- La teoría es esta, que la respiración eficiente permite que el cuerpo se oxigena adecuadamente, dejándonos caminar más lejos y sin cansarnos demasiado. Cuando caminamos al ritmo de la respiración o respiramos al ritmo de los pasos, alargamos y reducimos la velocidad de la respiración. Combinado con una buena postura, la respiración rítmica hace que los ascensos difíciles y las rutas largas sean menos agotadores.
- La marcha afgana no es difícil pero beneficia de algo de práctica. Hay que respirar por la nariz, al ritmo de los pasos. Luego es una cuestión de experimentar con el ritmo que se adapta a nuestra zancada, al terreno y a nuestro nivel de aptitud física. Se recomienda inhalar por la nariz durante 3 pasos, aguantar la respiración durante un paso y exhalar por la nariz durante 3 pasos. El patrón de 3-1:3-1 es la técnica básica de la marcha afgana. Para ascender se recomienda el patrón de 2-2 (sin aguantar la respiración). Cada persona encontrará su ritmo; lo importante es mantener la sincronización entre la respiración y los pasos.
- Un estudio reciente de la Universidad de California en EEUU descubrió que el movimiento consciente puede superar al ejercicio físico convencional con respecto a la calidad de vida, el humor y el funcionamiento cognitivo. En el libro de James Nestor, ‘La respiración, la nueva ciencia del arte perdido’, habla de los beneficios de respirar bien (incluyendo durante la marcha afgana), que incluyen: bajar la tensión, mejorar la inmunidad, los huesos más densos y el sueño mejorado.
- ¡A caminar con los pasos y la respiración sincronizados!
Fuente: 52 maneras de caminar: Annabel Streets – Bloomsbury Publishing