Caminar es un acto de enorme complejidad, que involucra casi todos los huesos y músculos de nuestro cuerpo, nuestro equilibrio, coordinación y fuerza, mientras se activan cientos de neuronas. Ninguna máquina ha sido capaz de replicar cómo sincronizamos nuestros músculos y huesos en el acto de caminar.
La vida moderna significa que nuestra forma de andar ha empeorado debido en parte a estar sentados demasiado tiempo o usar un calzado inadecuado. Nuestros pies tocan el suelo con un golpe pasivo o una pisada plana, en lugar de un golpe activo o una suela elástica que rueda, lo que puede hacer que nuestra pelvis se desalinee y afecte nuestra postura. Las investigaciones muestran que caminar con un rango completo de movimiento durante un mes puede mejorar nuestra alineación esquelética y aumentar nuestra velocidad al caminar.
La científica deportiva Joanna Hall recomienda:
– Impulsarse con el pie trasero, utilizando los músculos de la parte posterior de las piernas.
– Desplazarse con cada pie desde el talón hasta la punta, utilizando todos los dedos para impulsarnos hacia adelante.
– Levantar las costillas y la parte inferior de la columna para activar los músculos abdominales y crear espacio en nuestro centro.
– Alargar y estirar el cuello, lo que libera la columna para moverse al caminar.
– Balancear los brazos libremente pero con suavidad desde los hombros, utilizando los codos para impulsarnos hacia adelante y soltar las manos.
Los médicos de la Facultad de Medicina de Harvard recomiendan técnicas adicionales:
– Mirar de 3 a 6 metros al frente y bajar los ojos (en lugar de la cabeza) cuando se necesita comprobar el suelo.
– Girar ligeramente las caderas para añadir potencia a la zancada.
– Tener cuidado de no estirar demasiado la zancada, con pasos más cortos pero más numerosos.
– Caminar a paso rápido (6-7 km por hora) aporta beneficios adicionales. Un estudio de 2019 demostró que las personas que caminan a paso rápido viven más tiempo. De hecho, todo el ejercicio diario necesario se puede acomodar en nuestros viajes al trabajo, la escuela o el centro comercial.
Una buena marcha significa que también podemos caminar más lejos. Las caminatas más largas pueden reducir la grasa corporal y mejorar el estado de ánimo.
Algunos consejos para tu nueva forma de andar:
– Puedes pedirle a un amigo que revise tu nueva forma de andar y te sugiera mejoras, o grabarte un vídeo.
– Invierte en un buen calzado.
– Lleva una mochila o riñonera para ayudarte a mantener una alineación correcta, en vez de una bolsa.
– Utiliza bastones de senderismo ajustados a tu altura.
– ¡Salgamos a caminar con una mejor forma de andar!
Fuente: 52 maneras de caminar: Annabel Streets – Bloomsbury Publishing