La meditación guiada es una práctica meditativa que utiliza instrucciones habladas para guiar al practicante hacia un estado de relajación profunda y claridad mental. Un guía, que puede ser un maestro, una grabación de audio o incluso un video, brinda instrucciones paso a paso sobre cómo meditar. A menudo implica concentrarse en la respiración, observar los pensamientos sin juzgar y cultivar un sentido de conciencia y presencia. Es una práctica que, al igual que la visualización guiada, puede reducir el estrés y la ansiedad, mejorar la salud emocional y mejorar la atención y la autoconciencia.
Aquí tienes un ejemplo de una meditación guiada que puedes usar para lidiar con los momentos difíciles de la vida. Se puede grabar para poder personlizarla y usarla cuando y cómo quieras. Contacta conmigo si tienes dudas o si necesitas acompañamiento.
Relajar al cuerpo:
‘Elige una postura en la que te encuentres a gusto. Si es posible tendido de espaldas. Cierra los ojos y hazte consciente de tu cuerpo. Deja todas tus preocupaciones fuera. Este tiempo es para estar contigo.
Date cuenta de las partes de tu cuerpo que emergen en la conciencia. Hazte consciente también de las que parecen vagas o desaparecidas. Si sientes tensión en alguna parte, intenta relajarte.
Ahora fijate en tu respiración. Siente como el aire entra por la nariz. Siéntelo bajar por la garganta y siente moverse el pecho y el vientre mientras respiras. Que el aire entra por la nariz y llega hasta los pies.
Con las siguientes respiraciones enfócate en los pies, los dedos, las plantas y los talones.
Ahora pasas a los gemelos. Respira lentamente.
A continuación piensas en las rodillas y los muslos mientras respiras.
Subes a los glúteos e imaginas cómo se relajan con cada respiración.
Pasas al pelvis.
Ahora te centras en la espalda.
Piensas en el abdomen.
Pasas al tórax.
Sigues respirando hondo y te enfocas en las manos y los brazos.
Subes a los hombros y las cervicales y vemos cómo va desapareciendo la tensión.
Piensas ahora en la cabeza, el rostro, la mandíbula, el entrecejo, los ojos, la naríz, las mejillas y la lengua. Se relaja la cabeza por completo.
Respiras hondo las veces que necesitas, inhalando por nariz y exhalando por la boca.
Poco a poco, lentamente, regresa a tu aquí y ahora, al lugar en el que te encuentras. Nota el suelo contra el pie, los sonidos alrededor de ti, los olores y los sabores.
Vas moviendo suavemente las piernas, los brazos, abriendo los ojos a tu ritmo, estirando los músculos…’
Aqui hay algunos apps de meditación y mindfulness: